Agradecimientos académicos

Apoyo académico en 1972

Guardo un profundo agradecimiento a los profesores Carlos Kraemer y Enrique Balaguer, de la asignatura de Caminos en los años 1970 en la ETS de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid, por preparar sendas cartas de recomendación con la que completar mi petición de ingreso en el programa de Máster en Ingeniería Sanitaria de la Universidad de California en Berkeley durante el curso 1972-73. La aceptación de mi candidatura por las autoridades académicas de la UC en Berkeley fue un elemento esencial para satisfacer los requisitos establecidos por la beca de la National Science Foundation a la que el Dr. Benjamín Sánchez Murias me propuso concursar en 1972.

Vocación docente

El enfoque docente e investigador de mis profesores en la División de Ingeniería Sanitaria de la Universidad de California en Berkeley en 1972, su gran conocimiento científico, técnico y experimental de los retos ambientales que en aquellos momentos afectaban a los recursos hídricos de California y los Estados Unidos, su disponibilidad, su docencia sistemática y organizada, junto con su atención personal y académica, su reconocimiento, su motivación y su empatía con las que éramos tratados los alumnos fueron determinantes del despertar de una vocación docente que hasta entonces nunca había pasado por mi mente. Guardo un especial agradecimiento a mis tutores de doctorado, el Prof. Jerome F. Thomas y el Prof. David Jenkins, por su apoyo personal y académico y por sus enseñanzas como profesores, investigadores y tutores y muy especialmente como redactores y comunicadores.

La ETS de Ingenieros de Caminos de Barcelona

Mi profundo reconocimiento a todos los integrantes de la Comisión Docente de la ETS de Ingeniería de Caminos en 1976, presididos por el profesor José Antonio Torroja, por invitarme a una entrevista en julio de 1976, durante la que pude presentarles mi visión de lo que ya entonces representaba la ingeniería ambiental en universidades como la de California, de donde acababa de regresar, y las posibilidades que una Escuela de Ingeniería de Caminos de reciente creación como la de Barcelona tenía para impulsar esa nueva especialidad entre los futuros estudiantes de Ingeniería de Caminos. La rápida y favorable respuesta de la Comisión permitió el inicio de mi docencia en el curso 1976-77, en un primer momento de la asignatura de Ingeniería Sanitaria y luego de otras en Ingeniería Ambiental, y con ello el comienzo de una inolvidable trayectoria académica, investigadora y personal. Mi agradecimiento a todos los profesores y personal académico y de servicios, a los colaboradores que contribuyeron a consolidar la sección de ingeniería ambiental de la UPC entre 1976 y 2000, y muy especialmente a todos los alumnos y alumnas con los que durante 35 años he podido compartir una etapa profesional tan diversa, fructífera, motivadora y satisfactoria.