El pasado 24 de noviembre, el portal del diario Los Angeles Times publicó un excelente reportaje de Alex Wigglesworth titulado “El antídoto de la sequía: las tormentas de California llenan los embalses y aumentan el espesor de nieve” en el que se describe los notables cambios hidrológicos que están teniendo lugar en el sur de California durante las últimas semanas de otoño.
A continuación se presentan en español los principales mensajes del excelente reportaje de Alex Wigglesworth, junto con varias de las manifestaciones de expertos entrevistados, que guardan un gran parecido con las que se vienen escuchando en España:
- Una serie de tormentas anticipadas de la estación húmeda ha puesto fin a la sequía que afectaba a gran parte de California, siendo la ciudad de Santa Bárbara la que ha registrado un inicio del período húmedo con las mayores precipitaciones de toda su historia.
- Los principales embalses del Estado contienen en este momento entre un 100 % y un 145 % de su volumen embalsado medio, aunque los expertos advierten que los meses invernales serán cruciales para determinar si California podrá evitar la sequía en los próximos meses.
- La seguridad hídrica del Sur de California seguirá siendo frágil, considerando que el río Colorado sigue teniendo unos recursos escasos y el volumen de agua retenido en sus mayores embalses alcanza solamente una tercera parte de su capacidad.
En palabras de Jeff Mount, miembro decano del Centro de Políticas Hídricas del Instituto de Políticas Públicas de California, “El impacto de (esas precipitaciones) en nuestros recursos hídricos sigue pendiente de determinarse, en el mejor de los casos. Ni siquiera hemos entrado realmente en la nueva estación húmeda”.
“Por el momento, las previsiones a largo plazo sugieren una posibilidad similar de condiciones secas y húmedas durante este invierno. Todo dependerá de lo que ocurra durante los próximos meses. California depende tan solo de unas pocas tormentas en forma de chorros atmosféricos que aportan humedad; tan solo cinco o siete de ellas pueden ser responsables de más de la mitad de las aportaciones anuales de agua. Vivimos en el borde hidrológico de forma permanente. Un pequeño grupo de tormentas puede marcar la diferencia entre un año seco y uno húmedo. Por todo ello, las oscilaciones entre condiciones húmedas y secas de un año para otro – e incluso dentro de un mismo año – parecen estar aumentando en California y en otros lugares del mundo. Ese aumento de la incertidumbre ha hecho que la gestión de los recursos hídricos sea más difícil en general”.
