El boletín de noticias WateReuse Review del pasado 3 de noviembre presenta la noticia publicada por el diario San Diego Union-Tribune, titulado “Una nueva forma de convertir el agua residual en agua de consumo que puede transformar el monstruo del San Diego Pure Water”.
El proyecto Pure Water San Diego es un programa multianual organizado en fases y destinado a proveer casi la mitad del suministro de agua de la ciudad, utilizando fuentes locales, para finales del año 2035. La primera fase del proyecto está en construcción y tiene como objetivo producir agua purificada que se almacenaría en el embalse de Miramar, en cumplimiento de la normativa vigente en California para la reutilización potable indirecta desde 2018.
Hace unas semanas, el diario San Diego Union-Tribune anunció que la ciudad está evaluando la posibilidad de adoptar la reutilización potable directa para la segunda fase del proyecto, acogiéndose a la normativa aprobada en California a finales de 2024.
La adopción de la reutilización potable directa, como alternativa a la reutilización potable indirecta inicialmente considerada, evitaría que San Diego tuviera que construir dos nuevos conductos, ahorrándose así millardos de dólares y evitando un aumento de las tarifas de agua y saneamiento para los abonados.
La consultora Stantec, miembro de la WateReuse Association, está actualmente realizando servicios de consultoría para la ciudad de San Diego, evaluando las diferentes opciones disponibles para que el proyecto sea más coste-eficiente para la ciudad y sus residentes. La ciudad está actualmente explorando la posibilidad de que la reducción de la demanda, mediante la aplicación de programas de ahorro exitosos, pueda justificar la adopción de un sistema con menor capacidad de producción de agua purificada que la considerada inicialmente.
En palabras de Juan Guerreiro, director de servicios públicos de la ciudad de San Diego, “lo que estamos tratando de hacer es adoptar una decisión bien pensada que sea la mejor para la comunidad, sin necesidad de construir algo demasiado grande”.
En palabras de Juan Guerreiro, director de servicios públicos de la ciudad de San Diego, “lo que estamos tratando de hacer es adoptar una decisión bien pensada que sea la mejor para la comunidad, sin necesidad de construir algo demasiado grande”.
